top of page
POSTER12.jpg

TEXTO CIERRE / Juan Caicedo:

Representaciones del fuego

Una compilación de imágenes desaparecidas

Quien observa ingresa a una conversación en curso. De las dos personas que hablan una está a media diatriba. La captura de pantalla muestra ocho burbujas de diálogo, dos de ellas están cortadas, una en el extremo superior y la otra en el inferior.

En el extremo superior no se ve el principio de la primera burbuja, el inicio de la frase; pero el resto está completo.

[...]
una manifestación con una materialidad que como humanos no podemos percibir me interesa mucho. La idea de que es la manifestación de la transformación de la materia en energía y que tiene una presencia perceptible pero no objetual.

Me interesa la idea de que históricamente se ha ligado a un montón de valores sociales ambiguos como la pasión o la destrucción qué construye y destruye.


Cuál es la idea arquetípica de la invención humana.


Casi como un signo de progreso.


Pero al mismo tiempo lo que está destruyendo ahora mismo. 

 

En el extremo inferior la última burbuja es ilegible, está cortada a la mitad del renglón, longitudinalmente, y solo se ve la parte superior de unas letras minúsculas, las mayúsculas son claras. Parece decir:

Y ya, que me interesa la tensión

No sé si la coma exista (la intuyo por el espacio entre la a de la palabra ya y la q de la palabra que) y no sé si haya tres puntos al final de la frase, es posible que no haya puntuación, es una conversación por el chat de Facebook y sé que no suelo usar puntuación, a menos que sean tres puntos. También podría ser una última idea suelta que corté por no considerar importante, pero que dejé, tal vez, para que fuera evidente que la conversación había seguido.

Juan Caicedo | 20.10.30

Juan Caicedo

Pasto-Colombia, 1981.
Vive y trabaja en Medellín. Es artista y docente de artes visuales. Concibe su práctica artística como un medio para navegar y comprender el mundo; utiliza el humor y el ab- surdo para desmantelar relaciones semánticas y generar lecturas de prácticas sociales que han sido naturalizadas.

TEXTO CIERRE ignoranciala.com:

Con el fuego las posibilidades son infinitas, el poder de destruir y construir habita por igual en esta forma de la materia: la capacidad para moldear los metales, elaborar herramientas, cocinar la carne, resguardar del frío, hornear el pan, y también la fuerza para incendiar el Amazonas y Notre Dame, un carro bomba, un barco petrolero o la biblioteca de Alejandría.

Cuando Juan me contó la idea que tenía para la residencia, las imágenes que me llegaron a la cabeza se relacionaban con explosiones, incendios y fogatas: bosques quemándose, el monje en llamas, los muñecos de año viejo, una llanta con fuego, una caneca de basura llena de papeles incendiándose.

Fue una sorpresa ver que las primeras imágenes que publicó fueron los emojis de la llamita; aunque eso tenía mucho sentido. De hecho, Juan no me había hablado de fuegos, explosiones, incendios o fogatas (aunque también), sino de los símbolos y las imágenes del fuego: las llamas en camisetas, medias, tops, morrales, chanclas de baño, anuncios de comida rápida, dibujos, pinturas, filtros de Instagram, en un chat o en unas piernas.

 

Juan propone imágenes que pueden ser chistosas, anodinas y en ocasiones extravagantes, que juegan con la potencial banalidad de alguna idea, un concepto o cualquier situación; imágenes en las que las cosas no son lo que son y en cambio son representaciones y traducciones (a veces mal hechas) de lo que se supone que eran.

Como si en la era digital tuviéramos la posibilidad de eliminar toda carga simbólica de cualquier idea/imagen/concepto, el fuego también ha sido banalizado y, ahora, suma a su lista de posibilidades infinitas la de ser un gesto de aprobación o deseo, una caricatura y un símbolo, una alerta y una señal de aceptación.

ignoranciala:

Alejandra Jaramillo Paba | 2020.02

bottom of page